31 de gen. 2017

EDUCACIÓN Y POLÍTICA

La calidad de los electores también nos da a entender el porqué de los resultados en determinados países. La calidad es fundamental para saber qué vota cada persona y por qué vota. Una baja calidad del elector puede interferir en los resultados de las elecciones. Aquí aparece un elemento clave para entender la calidad del elector: la educación en el campo de la política. Feng Guifen (1809-1874), a principios del siglo pasado hizo la siguiente afirmación en referencia al sistema democrático euroamericano: "learn from the West, yes; borrow from the West, yes; but not rely on the West" (Schell i Delury, 2013).
El campo de la educación siempre se tiene que ver como uno de los elementos clave para entender la sociedad y la política de un Estado. Otro intelectual chino de principios del siglo XX, Wang Tao (1828-1897) ya exponía que la educación de la población era básica para entender el buen funcionamiento de la política de un país. Por eso hacía una comparación (de Bary y Lufrano, 2000) entre los directores de los centros educativos y los políticos. Wang Tao apuntaba que ambos, directores y políticos tenían que ser personas altamente preparadas. No podía haber malbaratamiento de fondos públicos y que estas personas que ocupaban sitios de responsabilidad, tenían que ser competentes y tener sentido de la responsabilidad y saber las funciones de su lugar de trabajo. Si los directores de las escuelas fuesen de ciudades grandes o pequeñas, tenían que estar altamente capacitados para dirigir la educación del centro. Si las personas que dirigían los centros eran personas eficientes, la escuela, y en consecuencia los alumnos estarían altamente capacitado para afrontar aquellas reformas que se introdujeran, con la plena garantía que la sociedad entendería sus conceptos y mecanismos. La escuela era el punto de partida para el pacto, para entender el funcionamiento.
La educación es el elemento clave para poder hacer cualquier tipo de cambio. La calidad del ciudadano y del político viene determinada por este aspecto humano. Zhang Zhidong (1837-1909), otro intelectual de finales del siglo XIX y principios del XX, comentaba que: “Since ancient times, for the brightness or darkness of the fate of the world, and for the prosperity or decadence of men of ability, the external reason has lain in government the internal reason has lain in education” (Teng i Fairbank, 1973).

25 de gen. 2017

CHINA DESPEGA HACIA EL CIELO (Publicat a La Vanguardia, 22/01/2017)

China se convertirá en el mayor mercado de aviación del mundo en 2035. El Consejo de Estado de China proyectó que se construya desde 2017 hasta 2035 más de 500 aeropuertos en todo el país. China tenía 210 aeropuertos civiles a finales de 2015. Esto significa que a medida que se abre el mercado de servicios intermedios, los inversionistas extranjeros calificados, opten a participar en otras etapas del proceso de construcción, como en el Aeropuerto Internacional Pekín Capital.

Paralelamente se espera que China posea más de 5.000 aviones multifuncionales para 2020 debido al aumento de las rutas internacionales, la cuadruplicación del tráfico de pasajeros a nivel nacional, la demanda de nuevas aeronaves y la aparición de compañías de bajo coste. Según las predicciones de Airbus el número medio de vuelos por persona al año aumentará de 0,3 en 2017 a 1,3 en 2035. Esta cifra, superior a la de Europa, es la razón por la que tanto Airbus como Boeing creen que China se convertirá en el mercado aéreo más grande del mundo. Como resultado de estas proyecciones favorables, la apuesta no es sólo a nivel de compra de aeronaves a Boeing y Airbus, sino que la gran apuesta es por la creación de una industria aeronáutica propia.

En 2015, el gobierno de Pekín realizó la primera gran compra de aeronaves, con la adquisición de 130 Airbus A320 y A330 por unos 15.500 millones de euros. En 2016, China compró 164 aviones a Boeing, por un valor de 11.000 millones de dólares, y convirtió al país en su mayor cliente. Para alcanzar los objetivos, China necesita 7.000 nuevas aeronaves valoradas en 1.025 billones de dólares en las próximas dos décadas. Esto ha significado un acuerdo comercial con Boeing para el subministro de nuevas aeronaves. China representará el 30% de todas las entregas de aviones de Boeing. Este acuerdo significará 150.000 empleos, fijos, en EE.UU al año. A consecuencia del acuerdo comercial, Boeing anunció la construcción de sus primeras instalaciones offshore en China, invirtiendo alrededor de 1.000 millones de dólares cada año para apoyar la industria de la aviación de China.

Pekín no sólo mira hacia fuera e intenta crear su propia industria aeronáutica. En el campo de la construcción de aeronaves de largo recorrido, con capacidad para 300 pasajeros y una autonomía de 12.000km, Commercial Aircraft Corporation of China Ltd ha cerrado un acuerdo con la rusa United Aircraft Corporation para desarrollar el primer avión chino de doble pasillo, el C-929. Esta aeronave compertirá con el Airbus A-350 o el Boeing 787. Para que la aeronave pueda ser competitiva, a nivel de mercado, el C-929 tendrá que ser un 10% más eficiente en el uso de combustible que sus competidores. China despega hacia el cielo.

Marc Selgas i Cors (La Vanguardia, 22-01-2017)